18 de enero de 2010

PECADO Nº1: LA SOBERBIA

La soberbia no es sólo el mayor pecado según las escrituras sagradas, sino la raíz misma del pecado. Por lo tanto de ella misma viene la mayor debilidad.No se trata del orgullo de lo que tú eres, sino del menosprecio de lo que es el otro, el no reconocer a los semejantes.

La soberbia consiste en concederse más méritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor propio: estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es falta de humildad y por tanto, de lucidez. La soberbia es la pasión desenfrenada sobre sí mismo. Apetito desordenado de la propia persona que descansa sobre la hipertrofia de la propia excelencia.
La soberbia es la antonomasia de la desconsideración. Es decir: "Primero yo, luego yo y luego también yo."Quizá lo más pecaminoso de la soberbia sea que imposibilita la armonía y la convivencia dentro de los ideales humanos. Nuestros destinos son enormemente semejantes: todos nacemos, todos somos conscientes de que vamos a morir, todos compartimos necesidades, frustraciones, ilusiones y alegrías. Que alguien se considere encima de la humanidad, que desprecie la humanidad de los demás, que niegue su vinculación con la humanidad de los otros, probablemente ése sea el pecado esencial.
Sus manifestaciones son más internas y privadas, aunque pueden ser observadas por una atmósfera grandiosa que el soberbio crea sobre su persona y además, a través de sus máscaras; hay arrogancia, altanería, tono despectivo hacia los demás, que se mezclan con desprecio, desconsideración, frialdad en el trato, distancia gélida, impertinencia e incluso, tendencia a humillar. Otras veces, esas máscaras son de una insolencia cínica, mordaz, con un ritintín de magnificencia que provoca en el interlocutor un rechazo frontal. En los casos algo más leves, baja la hoguera del engreimiento y entonces la relación personal se hace más soportable.
La soberbia tiende a presentarse de forma más retorcida, se cuela por los resquicios más sorprendentes de la vida del hombre, bajo apariencias sumamente diversas. La soberbia sabe bien que si enseña la cara, su aspecto es repulsivo, y por eso una de sus estrategias más habituales es esconderse, ocultar su rostro, disfrazarse. Se mete dentro de otra actitud aparentemente positiva, que siempre queda contaminada.
DISFRACES DE LA SOBERBIA
sabiduria, de lo que podríamos llamar una soberbia intelectual que se empina sobre una apariencia de rigor que no es otra cosa que orgullo altivo.
coherencia, hace a las personas cambiar sus principios en vez de atreverse a cambiar su conducta inmoral. Como no viven como piensan, lo resuelven pensando como viven. La soberbia les impide ver que la coherencia en el error nunca puede transformar lo malo en bueno.
apasionado afán de hacer justicia, cuando en el fondo lo que les mueve es un sentimiento de despecho y revanchismo. Se les ha metido el odio dentro, y en vez de esforzarse en perdonar, pretenden calmar su ansiedad con venganza y resentimiento.
afán de defender la verdad, de una ortodoxia altiva y crispada, que avasalla a los demás; o de un afán de precisarlo todo, de juzgarlo todo, de querer tener opinión firme sobre todo. Todas esas actitudes suelen tener su origen en ese orgullo tonto y simple de quien se cree siempre poseedor exclusivo de la verdad. En vez de servir a la verdad, se sirven de ella -de una sombra de ella-, y acaban siendo marionetas de su propia vanidad, de su afán de llevar la contraria o de quedar por encima.
aparente espíritu de servicio, que parece a primera vista muy abnegado, y que incluso quizá lo es, pero que esconde un curioso victimismo resentido. Son esos que hacen las cosas, pero con aire de víctima ("soy el único que hace algo"), o lamentándose de lo que hacen los demás ("mira éstos en cambio...").
generosidad, de esa generosidad ostentosa que ayuda humillando, mirando a los demás por encima del hombro, menospreciando.
afán de enseñar o aconsejar, propio de personas llenas de suficiencia, que ponen a sí mismas como ejemplo, que hablan en tono paternalista, mirando por encima del hombro, con aire de superioridad.
aires de dignidad, cuando no es otra cosa que susceptibilidad, sentirse ofendido por tonterías, por sospechas irreales o por celos infundados.
¿Es que entonces la soberbia está detrás de todo?
Por lo menos sabemos que lo intentará. Igual que no existe la salud total y perfecta, tampoco podemos acabar por completo con la soberbia. Pero podemos detectarla, y ganarle terreno.
¿Y cómo detectarla, si se esconde bajo tantas apariencias?
La soberbia muchas veces nos engañará, y no veremos su cara, oculta de diversas maneras, pero los demás sí lo suelen ver. Si somos capaces de ser receptivos, de escuchar la crítica constructiva, nos será mucho más fácil desenmascararla.
El problema es que hace falta ser humilde para aceptar la crítica. La soberbia suele blindarse a sí misma en un círculo vicioso de egocentrismo satisfecho que no deja que nadie lo llame por su nombre. Cuando se hace fuerte así, la indefensión es tal que van creciendo las manifestaciones más simples y primarias de la soberbia: la susceptibilidad enfermiza, el continuo hablar de uno mismo, las actitudes prepotentes y engreídas, la vanidad y afectación en los gestos y el modo de hablar, el decaimiento profundo al percibir la propia debilidad, etc.
Hay que romper ese círculo vicioso. Ganar terreno a la soberbia es clave para tener una psicología sana, para mantener un trato cordial con las personas, para no sentirse ofendido por tonterías, para no herir a los demás..., para casi todo. Por eso hay que tener miedo a la soberbia, y luchar seriamente contra ella. Es una lucha que toma el impulso del reconocimiento del error. Un conocimiento siempre difícil, porque el error se enmascara de mil maneras, e incluso saca fuerzas de sus aparentes derrotas, pero un conocimiento posible, si hay empeño por nuestra parte y buscamos un poco de ayuda en los demás.
Entre la soberbia, el orgullo y la vanidad hay grados, matices, vertientes y cruzamientos recíprocos. Por esos linderos se suele acabar en el narcisismo, patrón de conducta presidido por el complejo de superioridad, la necesidad enfermiza de reconocimiento de sus valías por parte de la gente del entorno y la permanente autocontemplación gustosa.
SINTOMAS DEL SOBERBIO
1.- Aire de suficiencia que refleja un bastarse a sí mismo y no necesitar de nadie. Engreimiento que esculpe y hace hierático el gesto y lleva al hábito altanero.
2.- La borrachera de sí mismo tiene su génesis de una zona profunda e íntima donde se elabora esa superioridad. Las manifestaciones más relevantes son: susceptibilidad casi enfermiza para cualquier crítica con un cierto fundamento; gran dificultad para pasar desapercibido; tendencia a hablar siempre de sí mismo, si éste no es el tema central de conversación, enseguida decae su interés en la participación y el diálogo con los demás; desprecio olímpico hacia cualquier persona que aflore en su cercanía y de la que se pueda oír alguna alabanza. Esta embriaguez puede disfrazarse de los más variados ropajes.
3.- La soberbia entorpece y debilita cualquier relación amorosa. Cuando alguien tiene un amor desordenado a sí mismo como el descrito, es difícil darse a otra persona y poner los sentimientos y todos sus ingredientes para que esa relación se consolide. Esto hace casi imposible la convivencia, volviéndola insufrible, pues reclama pleitesía, sumisión, acatamiento y hasta servilismo. No podemos olvidar, que para estar bien con alguien, para establecer una relación de convivencia estable y que funcione hace falta estar primero bien con uno mismo
4.- En la soberbia se hospeda una obsesión exagerada por uno mismo, que ha ido conduciendo a una excesiva evaluación del propio mérito. Y afloran términos como alardear, jactarse, vanagloriarse.
En definitiva la soberbia es debilidad y la humildad es fuerza. Todo el edificio de la persona equilibrada se basa en una mezcla de humildad y autoestima Porque al humilde le apoya todo el mundo, mientras que el soberbio está completamente solo, desfondado por su nada. Puede ser inteligente, pero no sabio; puede ser astuto, diabólicamente astuto quizá, pero siempre dejará tras sus fechorías cabos sueltos por los que se le podrá identificar. Una persona que reconoce sus defectos y lucha por combatirlos y a la vez, tiene confianza y seguridad en sus posibilidades es capaz de ser mejor persona.
Sólo el amor puede cambiar el corazón de una persona. Cuando hay madurez, uno sabe relativizar la propia importancia, ni se hunde en los defectos ni se exalta en los logros. Y a la vez, sabe detenerse en todo lo positivo que observa en los que le rodean. Saber mirar es saber amar. A lo sencillo se tarda tiempo en llegar.

2 de enero de 2010

Enrique Rojas

Sólo el amor puede cambiar el corazón de una persona. Cuando hay madurez, uno sabe relativizar la propia importancia, ni se hunde en los defectos ni se exalta en los logros. Y a la vez, sabe detenerse en todo lo positivo que observa en los que le rodean. Saber mirar es saber amar. A lo sencillo se tarda tiempo en llegar.

10 de diciembre de 2009

montevideo

ayer fui a un centro de planificación familiar en pleno parque batlle, al lado de pocitos (ambos barrios de nivel económico medio alto)donde atienden un grupo de ginecólogos y donde se pueden realizar casi todos los estudios relacionados con el control y prevención de la mujer. te dan pastillas anticonceptivas, te colocan d.i.u. y others. obviamente tenés que tener un carnet de asistencia que te otorga el min.salud pública al cual se accede si se tienen ciertas características de pobreza: sueldo bajo, no propiedad, familia numerosa etc. pero también podes ir y pagar para atenderte, que fue lo que yo hice. me hicieron un pap (análisis de células en búsqueda de alteraciones precancerosas o cancerosas) mas la consulta que es totalmente desestresada, donde el médico te contesta absolutamente todas las dudas. en una casita preciosa con patio de plantitas y pastito bien verde, mucho aire, sin ambiente de hospital, tipo clínica privada, todo por la módica suma de 450 pesos que son 15 euros. le conté que en barcelona en el cat salut (estatal) luego de hacerme un exudado me habían mandado a casa con un resultado positivo diciéndome que no tenía nada. y yo confiada me había quedado medio tranquila pensando que se me pasaría solo, cosa que no ocurrió. y que buscando en internet me había automedicado. el hombre flipó, claro está, de la insensatez institucional. yo puedo llegar a justificar en cierta medida la falta, dado que la escasez de ginecólogos, no se muy bien la razón, si por falta de recibidos o por falta de presupueso, es notoria. pero bueno, si yo fuera un poco insensata o falta de luces o confiada, a lo mejor entraba en un cuadro infeccioso grave por una tontería.

5 de noviembre de 2009

+ mooji

Un signo de madurez es que alguien pueda atravesar tu reino sin permiso. A ti nada te toca.

mooji

Algunas veces necesitamos sentirnos acorralados somos tan obstinados y tozudos que debemos ser empujados a algún punto sin opciones para que algo más profundo se abra Así cae tu sistema de defensas; y solo entonces puedes presenciar el milagro de la existencia. Mientras sigas envuelto en juegos mentales negarás la evidencia vivirás una vida estrecha y temerosa, y tampoco aprenderás nada porque te fías del pasado, de tus "truquitos" Estás aún ocupado trabajando los apegos de tu organismo cuerpo-mente. La poda es interminable ¡Arranca de raíz!

13 de octubre de 2009

imprevisto

la locura que me corre por las venas en este momento me transforma los pensamientos, me confunde, me acorrala, no me deja estar sola. este miedo tan grande al que me estoy enfrentando hoy y cada día que se viene se las verá conmigo. sentiré hasta con la última fibra de mí cada sol que me de en el pie, cada recoveco del edificio que mire, cada palabra que escriba, cada lágrima que caiga, cada vez que aparezca viviré que lo estoy venciendo. a partir de hoy el universo conspira para mí. brillaré de amor.

11 de octubre de 2009

principito

la publi de los huevos kinder, esa donde la maestra dibuja un huevo en el pizarrón y pregunta a los alumnos qué acaba de dibujar. los niños mencionan palas mecánicas, perros, flores, casas, princesas, osos, etc., todo lo que se puede esconder dentro de un huevo kinder. principitos publicitarios.

14 de febrero de 2008

MONTEVIDEO

EL FORTIN DE SANTA ROSA
EL TUQUITO MONTEVIDEO LA PASIVA CON BEA Y SANTI MARCELO EN LOS GIRASOLES LAS AMIGUETAS

12 de enero de 2008

mi hermanita en diciembre 2007

14 de octubre de 2007

PARIS

OSCAR WILD